Pasó un poco más de un año para poder terminar este proyecto engavetado. Mi estuche de agujas. No me atrevía a usar la máquina de coser para añadir el forro. Decidida a completarlo el domingo, me senté frente a la máquina y decidí arriesgarme.
No quedó prolijo, pero es personalizado, caben mis diecinueve agujas y tiene un pequeño bolsillo para los gafetes y agujas.
Cada vez que me siento a realizar un proyecto como este, que no lleva patrón, ni me inquieta cumplir con algo preciso, me permito divagar, sentir colores, y texturas. Tal vez es que los sentimientos se apoderan de los materiales y dejan salir esa manifestación de nuestro interior.
Cómo puede decir tanto una pequeña intervención de retazos de telas e hilos, cuando se deja aflorar lo que se siente en el interior.
Estas semanas no han sido fáciles, digamos que ya tenemos un montón de meses tratando de entender y de buscar significados. Pidiendo que nuestro corazón sea tan grande que pueda mantenerse a salvo, que la mente puede estar equilibrada y poder continuar.
Aquí está mi forma de entender, mi forma de expresar de alguna manera. La realidad, lo que vivimos, días que pasan por lo grotesco, y que se encuentra mas que documentado por la web. Si te pasas por esta entrada, regala una pequeña oración por Venezuela. Yo pediré por ti. Gracias.
Soy una persona que anhela más conocimientos y eso me lleva a estudiar, investigar, y escribir.
Soy una persona optimista, que tiene la vista puesta en el ahora con la esperanza de un porvenir mejor.
Estas páginas que administro busca intercambiar ideas y mejorar mis habilidades comunicativas.
Ver todas las entradas de Rossana Medina M